New York tiene sus preferencias y en este momento, en materia de teatro, están en las obras "Newsies", y "Mamma Mia", que arrasan, además de La muerte del viajante, con Seymor Hoffman, y el reestreno de Porgy and Bess. "Evita" parece ser la excepción porque, por lo que vimos, hay muchos argentinos pero poco público internacional, en relación a otras salas, interesados. Es más, en la televisión no se hace difusión de esta obra. Luego de la pormenorizada crítica de Pablo Gorlero, de La Nación, es difícil aceptar esta versión de "Evita" de acuerdo a lo que explícó: una Evita que no honra lo que significó al pueblo y sí hace hincapié en la vida de una mujer sola en Buenos Aires tratando de ganarse la vida. Se nos ocurre pensar, sin haberla visto, que el tema está pasado de moda para NewYork, no así en Londres. Y esto no hace mella en la calidad de Elena Rogers ni de Ricky Martin. Si la obra no honra la verdad histórica, como suele suceder cuando nuestra historia la escriben los de afuera (ha pasado en el cine también), nos duele como argentinos, fuera de la calidad escénica que los críticos le hayan encontrado.