pero su edad es emblemática), un vestido rosado de Cozano, bordado con perlas y piedras, la Señora de la Televisión ingresó con dos "mirthos" que la escoltaron hasta el escritorio. Confesó sus nervios, fue la Mirtha cálida y sincera de siempre, y se sentó a su escritorio para leer los PNT, agradecer tantas pero tantas flores y tantos saludos recibidos. La mesa con Baby Etchecopar (a quien a quemarropa le preguntó por qué decía tantas malas palabras en su programa), Fernán Quirós, Pampita Ardohain, y Jonatan Viale, fue muy política, pero no por eso dejó de tener la calidez que solo Mirtha Legrand sabe imprimirle. Nos encantó. La esperamos, señora, de vuelta muy pronto.