La entrega de los Oscars cerró la temporada de premiaciones que caracterizan, en nuestro hemisferio, a los meses de verano. Vamos a hablar de algunas películas que merecieron consideración especial de nuestra crítica especializada. Por empezar, la ganadora en el rubro Mejor Película, o sea la película del año para Hollywood: "Todo en todas partes al mismo tiempo" de Dan Kwan, Daniel Scheinert, Danielz, protagonizada por Michelle Yeoh, ganadora del Oscar a la mejor actriz, y, entre otros, por Jamie Lee Curtis, la hija de los notables Tony Curtis y Janet Leight, en este caso como mejor actriz de reparto. En total, se alzó con 7 estatuillas. Convengamos en que estos Oscars estuvieron más volcados al aspecto cinematográfico visual en sí que a otros que conforman la difícil industria del cine. Por eso se explica el Oscar como Mejor Película del año a esta producción. En verdad, este Multiverso es una experiencia cinematográfica interesante para el espectador pero no es imaginable películas de este estilo en gran cantidad porque sería negar la esencia del cine en sí, o sea la narración audiovisual. Es un juego de sus directores que usaron un gran ingenio y una gran cantidad de efectos de computación. Es allí donde reside el mayor logro , o sea desde el punto de vista Formal. En cuanto al contenido, el siempre bien llamado Fondo, hay algunos chispazos que hacen pensar en algo más que un mero juego de computación: las preguntas sobre la vida y la muerte, por ejemplo. Y alguna que otra similar. Es decir, en lo profundo de este ejercicio intelectual y técnico hay una base existencialista que va más allá del mero uso de la tecnología. Al menos ha sido nuestra modesta impresión. Elsa Bragato