Otra vez los premios Kónex, esta vez a la música clásica. Sí estamos de acuerdo al Platino para el maestro Barenboim por su excelencia fuera de discusión, porque, además de músico, es una enorme inteligencia y cultura puesta al servicio de los sonidos. Y por ahí rescatamos a dos más premiados. En la Argentina todavía quedan vivos muchos maestros de música, gente que le ha dado entidad al tango como MÚSICA DE CÁMARA internacional, para darles un ejemplo. Pero nunca tuvieron los "favores" de fanáticos o de difusión masiva, por lo cual son olvidados, cuando es OBLIGACIÓN de un jurado RESCATARLOS.
En el jazz, faltan notables figuras que han sido muy destacadas aquí y en el exterior. Pero se ve que el jurado, al que no conocemos, tiene sus predilecciones y apunta a ellas. Hay personajes de la cultura que lo han recibido dos veces y es demasiado para un premio que, por categoría, se toma cuanto menos 10 años. Por lo tanto, es un premio injusto porque no se escucha ni se ve, y nos remitirmos a las pruebas de los actuales ganadores, todo lo que se hace en la música clásica nacional. Premian, insistimos, a los populares o a quienes ellos así lo consideran, dejando en segundo plano y tirándolos al tacho de basura a quienes siguen bregando por la música culta. Muy injusto.
Elsa Bragato