Se reanudó la entrega de los premios María Guerrero. Vamos a
destacar al premio a la trayectoria que recibió el dramaturgo Mauricio Kartun, un eje fundamental además para la generación de Teatro Abierto en 1981 en el teatro Picadero, hoy reconstruido tras el atentado que en agosto de ese año recibió por parte la última dictadura cívico militar. Talentoso, escritor de profundidad intelectual poco común, dijo palabras sentidas y atinadas que vamos a reproducir porque valen la pena: "Cuando uno trabaja un tiempo en el teatro se da cuenta de que en realidad se trata de una extraordinaria, singular, maravillosa maquinaria comunitaria. Un premio de estos no deja de ser, al fin y al cabo un premio al engranaje. Cuando uno lo entiende puede confiar en la máquina y fluir en la máquina, cuando uno no lo entiende, que a veces nos pasa, quedamos atrapados en la hipótesis idiota de creernos motor y lo que sucede es que nos la pasamos acelerando, llenando todo de humo y generando un ruido espantoso sin ir a ningún lado. A cada una de esas piezas y engranajes con los que compartí cada uno de los trabajos que realicé comparto este premio", finalizó.
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