"shock" en la pantalla que recuerda sus grandes éxitos, como CQC, el último, para luego desaparecer y dedicarse al streaming, y a la radio. A los 61 años, con tres hijos ya adultos, manifestó que, si bien "odiaba a la tele" y la "creía muerta", sentía el "nido vacío" y era una buena oportunidad para volver. Sus programas siempre tuvieron los mejores auspiciantes, los que dejan mucho dinero al canal emisor, y ahora, en formato de last night show, con buen decorado, orquesta en vivo (una copia del ciclo de Wainrach pero con una escenografía igual pero grande, cómoda, tambièn con público presente), va cada día mejor en contenido y comercialmente. Nos gusta este Pergolini más asentado, con su pizca de locura de siempre, pero aceptando los nuevos tiempos . Cuida el lenguaje, hace preguntas muy buenas, y va mejorando en la calidad de sus invitados, que se nota en cómo le resuelven el tiempo de emisión y no cómo se lo complican como el caso de Cazzu, que no nos gustò. Abrir el ciclo con Guillermo Francella y cerrar la semana con el pensamiento positivo de Diego Guebel fueron dos grandes hitos. Le deseamos éxito y una mayor cuota de dulzura.
