El domingo 10 de marzo a las 15.10 horas, la pantalla de Crónica TV se tiñó de sangre. Si bien éste
ha sido el lema de la extinta Sexta Edición del Vespertino, en su canal de tevé no se había llegado a tanto: lo comentamos porque se debería tomar alguna medida sobre la información de policiales y cómo brindarlas sin lastimar la sensibilidad de nadie y por respeto a quien está siendo ultimando. Parece mucho lo que decimos pero es lo que se vio: a esa hora, un conductor en mangas de camisa, vociferando, indicaba que se estaba emitiendo el video que los asesinos de una joven que acababan de asaltar habían filmado mientras uno de ellos la daba 14 cuchilladas matándola. De esta manera, se podía ver en forma no clara a un hombre dando golpes o puñaladas, no se distinguía bien, a "algo o alguien" que estaba en el piso, debidamente "eclipsado". Pero el accionar del asesino se vio claramente mientras el conductor-locutor repetía una y otra vez el horror que estábamos mirando y el horror, al mismo tiempo, que el canal de noticias estaba transmitiendo. Esto no es morbo, esto es mucho más, es incitar a la violencia psicológica, es dañar el espíritu de los espectadores. Es vergonzoso, por resumirlo en una palabra, que un canal de noticias se dedique a tan squiera divulgar las bajezas humanas. Indicar un tope en cómo se debe informar sobre hechos de extrema violencia no es dictadura, es respeto por quienes no somos asesinos.