Uno de los fracasos del año es, a estas alturas, "Quién es la máscara", el formato elegido por Telefé
para reemplazar a La Voz Argentina. No convence, en primer lugar, porque no se conocen las reglas, o sea, entre qué parámetros se puede adivinar quién es la figura que está debajo de la máscara. No se puede negar la inversión en la producción, notable para estos tiempos televisivos, pero no va, no prende. Tampoco termina de convencer la delgadísima Natalia Oreiro en la conducción. Bella, simpática, hay algo que "tampoco va". Si bien en otros países e sun éxito, es cierto que también tiene otra frecuencia: los programas son semanales y no diarios como aquí. En la RAI se pudo ver este ciclo, pero el entorno era tanto o más importante que lo que se veía en el centro del set. Será eso, será que las reglas no son claras, será... Sinceramente, no va... Muy acartonado?