El reportaje de la señora Mirtha Legrand al ex marido de Pampita, R. García Moritàn, el sábado 21 de diciembre, dejó tela para cortar. En verdad, la mayoría lo conoció porque se casó con Carolina Pampita Ardohain, una chica que ha regalado escándalos, nada de artístico, y sus propios negocios a costa de algún notición familiar desagradable o triste. Pero Moritàn es quien es para la opinión pública por Pampita. Fue “echado” sutilmente del gobierno de la ciudad de Buenos Aires y el 20 de setiembre pasado su matrimonio, con “miniserie” incluida para una plataforma digital, voló por los aires. No le respondió nada a Mirtha Legrand, eludió toda respuesta directa que fuese contundente, no se hizo cargo de nada, “habrán sido adolescentes, pero yo no”, y respondió con soberbia a la señora Legrand, cuando mucho mejor hubiese sido bajar el copete y, en todo caso, hacer quedar mal a la dama que pregunta. Pero no, la enfrentó, le dijo que bajara un cambio, y hasta le preguntó por su vida privada. Recordemos que quería tirar abajo el edificio de Obras Públicas y que su actividad en el gobierno de Jorge Macri de CABA se desconoce, si
bien tiró alguno que otro ejemplo. Para la mayoría, incomprobable. Hijo de diplomático, su presencia no tuvo nada de la escuela familiar y sì de una persona altanera. Todo está clarito en su mirada y en su expresión constante, como queriéndose llevar el mundo por delante. Es una impresión, no un juzgamiento. No nos gustó. A las mujeres se las respeta y, si son mayores, aùn más. Nadie lo insultò. El solo accedió al mundo seudoartìstico por su casamiento con una modelo superfamosa por sus divorcios y sus negocios. La vulgaridad ha llegado hace tiempo a la televisión porteña: personajes que no tienen nada de arte sino escándalos personales invaden la pantalla. Lamentable. “Yo soy culpable de lo que soy culpable”, respuesta de Moritàn que sintetiza su trato a la señora Legrand. Más que reprochable. Saquemos a esta gente que no ofrece nada artìstico, por favor. Volvamos a las fuentes, a los shows, a los actores y actrices, a los músicos y cantantes de verdad! Den vuelta el timòn, por favor!