De un tiempo a esta parte, los contenidos de Crónica TV, medio al que vimos crecer siendo
periodistas del diario Crónica, son degradantes, cada día un poco más. Si bien en todas las barriadas hay problemas, en todos los condominios, la cuestión pasa por darlos a conocer de manera bastante vil: poner un notero, un cámara y un micrófono acicateando los ánimos de las partes en pugna es lamentable. Pensamos que era algo del momento, por no contar con un programa específico, pero se transformó en el modus operandi de una señal de televisión que pasó de ser popular a denigrar a los que menos tienen. Exponer sus miserias instándolos a discutir más bajo el grito "no, no, no se peleen", es aberrante. El ENACOM debería poner límites a quienes lucran con el dolor ajeno de esta manera.