Finalmente el ganador de Gran Hermano, el gran ojo de la tele cuya sigla es GH, es Marcos
Ginocchio, el joven salteño que nunca emitió comentarios sobre sus compañeros de convivencia, que no toleró comentarios sobre otros, que se mantuvo callado y con actitud solidaria con todos. Este Gran Hermano nos regaló un ramillete de jóvenes quienes, en su gran mayoría, hicieron del juego una cuestión de amistad y lealtad, fueron jugadores pero no delatores, y quien así lo hizo, quien traicionó la amistad, fue inmediatamente expulsada de la casa. Julieta, la "danzarina", quedó en tercer lugar, hermosa chica en todo sentido. Nacho, a quien considerábamos el ganador, quedó segundo, erigiéndose como el único ganador Marcos, el "primo", un joven que, como Julieta y Nacho, hace de los valores, de la ética, por lo que se vio en la casa, una cuestión de vida. Algo está cambiando en la sociedad y viene de las nuevas generaciones. Bendiciones!