hace justicia a su calidad y al espléndido elenco coral que protagoniza. Pero debemos ser justos en nuestros comentarios: hay dos personajes jóvenes "pivots", la fantástica Justina Bustos y el español Toni Gelabert, quien por momentos centraliza toda la acción. En verdad, resulta muy carismático, simpático, entrador, pero su marcadísimo acento hispano, que impide que se le comprenda lo que dice, es una contra muy grande. Su rol es fundamental, es el hijo que busca a su madre desaparecida a manos de la dictadura cívico miilitar con un padre recientemente asesinado. Sin embargo, pensamos que bien pudo ser un actor argentino quien cubriera ese rol y Toni Gelabert tener otro papel importante, por ejemplo, en la compañía teatral. Es simplemente una consideración intentando comprender el gusto argentino.
