Ganó el Oscar a la Mejor película extranjera "Aun estoy Aqui", de Walter Selles, refinado relato sobre los tiempos de la dictadura brasileña, la desaparición de un reconocido diputado de izquierda, pero no se muestran aberraciones sino que hay sutileza: el paso de los camiones del ejercito, algún interrogatorio que promete susto pero que se dan con una educación que asombra. Y gran actuación de la protagonista. Un hogar que queda sin el padre y que debe rehacerse con cinco hijos... Aun no se estrenò.
Pero igual la confronto con un estreno de esta semana, 1978, un dechado de horror, una sala de tortura de la ultima dictadura cívico militar, con Carlos Portaluppi, tan buen actor,aquì como un torturador. Gritos, horrible film y además ANTIÈTICO porque toca un tema muy sensible para todos nosotros a fin de presentarse en los festivales de terror y horror como el de Sitges. Me resulta inadmisible que se haya tomado un a circunstancia tan macabra que hace a nuestra sensibilidad más profunda para traer como "background" el prestigio de varios festivales. No hubo ética, y eso sì que no lo arregla nada ni nadie.La gran diferencia la hace un realizador como Selles que le
imprimió ternura, buen gusto, al tema de la dictadura brasileña (1964-1985) el
primer "experimento" en esta parte del mundo que siguió con las
restantes. Selles centra el relato no en las salas de tortura sino en el seno
de una familia sin el padre que es sacado de su hogar por las fuerzas
militares, las preguntas de los hijos por èl, en esa niña que se pone la camisa
de papá para sentir su olor y sentirlo cerca porque no entiende porque no está
más. Un film en serio. Es un relato que le da visibilidad hasta el final de los
dìas de la esposa a los que se quedan sin el ser querido por una decisiòn
polìtica, no le da lugar en demasìa a los dictadores. Un punto de vista
diferente, humano, que hace de Selles quien es... Un notable realizador
brasileño. Merecido Oscar. Alegròn para los que amamos el buen cine. (Elsa Bragato)-